El velo tiene raíces en el pueblo de Israel, simbolizando sumisión y respeto a Dios. En la Iglesia, se utiliza para cubrir objetos sagrados y demostrar respeto. Para la mujer, el velo representa reverencia, modestia y lucha contra la vanidad, imitando a María. En las hermandades y cofradías de España y Guatemala, el velo es un distintivo femenino en procesiones de pasión y advocación Mariana. En Nuestra Hermandad, el velo "madrileño" de color morado penitente se utiliza en Jueves y Viernes Santo, simbolizando pudor y pureza de las damas.

El cíngulo, originado en la Edad Media, simboliza castidad, penitencia y reflexión. Inicialmente era una banda de lino de 7 cm de ancho, luego se sustituyó por cordones recordando los flagelos de Jesucristo. Espiritualmente, representa la lucha contra las pasiones de la carne y la necesidad de pureza y castidad. En Nuestra Hermandad, el cíngulo es una banda morada penitente que ajusta la túnica, simbolizando sobriedad y elegancia.

El cíngulo es un cordón que se utiliza para ajustar la túnica o alba, simbolizando los flagelos de Cristo. Se originó en la liturgia y fue adaptado por hermandades y cofradías en España y Guatemala. En Nuestra Hermandad, el cíngulo tiene una banda con borlas blancas y letras "H.J.N." (Hermandad de Jesús Nazareno), y es una de las piezas más antiguas utilizadas en los cortejos del Silencio y Santo Viacrucis, complementando la tradición y la fe.

El color negro en las hermandades y cofradías representa el duelo y la tristeza de la muerte de Jesús. Se originó en la liturgia católica para oficios fúnebres y se implementó en Guatemala junto con tradiciones españolas. En Nuestra Hermandad, el negro es el color oficial para las damas durante los días Santos, simbolizando luto, pesar y penitencia, y se ha mantenido como una tradición durante décadas.